Una historia de amor y vinos: Emilio Moro y Felisa Espinosa

Emilio Moro, la conocida Bodega española de la Ribera del Duero, celebra San Valentín compartiendo la historia de amor de sus pilares fundamentales y protagonistas de dos de sus vinos: Emilio Moro y Felisa Espinosa.

La reconocida bodega tiene su propia historia de amor, la de Emilio Moro –fundador de Bodegas Emilio Moro– y Felisa –su esposa y madre de los actuales propietarios–.

Según una leyenda oriental, las personas destinadas a conocerse están conectadas por un hilo rojo invisible que perdura en el tiempo y en la distancia, y que resiste a todas las circunstancias. Ese hilo es el que conduce a historias de amor eternas, que inspiran, dejan un gran legado y marcan la diferencia. Historias como la de Emilio Moro y Felisa Espinosa, cuya entrega absoluta a la cultura vinícola y el amor a su familia, ha hecho posible que sus vinos se sitúen hoy entre los mejores de la Ribera del Duero.

Su historia comenzó en una pequeña localidad de la Ribera de Duero, en donde Emilio Moro, un hombre apasionado por el vino, conoció a La Felisa, una mujer con el mismo amor por el vino.

Emilio y La Felisa se casaron y decidieron emprender una aventura que cambiaría el mundo del vino. Juntos, hicieron del vino una forma de vida. Se dedicaron a producir vinos de gran calidad, con la intención de compartir su pasión por el vino con el mundo entero.

El trabajo de Emilio y La Felisa no tardó en ser reconocido y su bodega de Ribera de Duero fue una de las primeras en obtener la Denominación de Origen. Esto les permitió expandir su negocio a nivel mundial. Su vino fue elogiado por expertos y entusiastas.

La historia de Emilio y La Felisa nos enseña que el amor puede cambiar el mundo. Que una pasión compartida puede unir a dos personas para crear algo único. Esta es la magia que nos recuerda que el amor siempre es posible.

Emilio Moro, de color rojo granate muy cubierto, en nariz es serio y elegante. La evolución en la copa se traduce en un aumento de la intensidad y la complejidad aromática donde el conjunto frutal sigue siendo la columna vertebral de la nariz del vino. En la boca presenta un cuerpo bien estructurado con un tanino maduro y sedoso, de paso fácil y con un postgusto largo.

La Felisa, elaborado a partir de uva ecológica -siendo el primer vino vegano y libre de sulfitos añadidos de la marca- destaca por su color rojo picota, muy cubierto y de elevada intensidad, persistiendo ribetes morados propios de juventud, pese a haber pasado por barrica. En la nariz, destaca casi única y exclusivamente el aroma primario a fruta roja y negra, típico de la variedad, aunque delineado por el paso del tiempo. En boca, es un vino diferenciador, intenso y con mucho cuerpo, con tanino dulce que deja huella, y que invita a diferentes maridajes.

Estos vinos llevan sus nombres y representan aquello que mueve los motores de la bodega: la constancia y el trabajo duro. Su historia es la máxima expresión de nuestra tradición, lo que nos ayuda a ver de dónde venimos y a guiar nuestros próximos pasos.

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Web:

www.emiliomoro.com