¿Tu salud intestinal podría ayudarte a curar las alergias de primavera?

Nuevos estudios sugieren que una dieta adecuada podría ayudar a aliviar esos síntomas molestos como los ojos llorosos y la secreción nasal.

Por fin ha llegado la primavera! Tu nariz gotea, hay congestión, ojos llorosos, estornudos incontrolables y una sensación general de cansancio. Sí, ha llegado la temporada de la fiebre del heno, la picazón de primavera y la rinitis alérgica.

Pero antes de que vayas a por tu dosis anual de antihistamínicos, quizá quieras reconsiderar primero tu dieta. Según estudios recientes, publicados en nature.com, sobre la relación entre la salud intestinal y las alergias, es posible aliviar los síntomas de la fiebre del heno introduciendo bacterias beneficiosas en tu dieta y fortaleciendo el intestino.

La fiebre del heno, también conocida como rinitis alérgica estacional, es una reacción alérgica al polen provocada por una respuesta incorrecta del sistema inmunitario y una de las afecciones alérgicas más comunes. Y miles de millones de personas en el mundo la padecen.

Con la llegada de los meses cálidos, las plantas empiezan a liberar polen a la atmósfera como parte de su ciclo reproductivo. Este polen contiene proteínas que se cree que desencadenan los síntomas de la fiebre del heno. ‘La rinitis alérgica es básicamente la respuesta del organismo a ciertos alérgenos, como el polen’, explica el Doctor Ahmed El Muntasar, médico de cabecera y esteticista, ‘y suele estar mediada por la histamina. El cuerpo empieza a producir más histamina, lo que significa esencialmente que intenta evitar que le ataquen. Produce mucosidad, lágrimas e incluso puede hincharse’.

A lo largo de los años, los estudios clínicos han puesto de manifiesto la relación entre la salud intestinal y las alergias, lo cual tiene sentido, ya que el tracto gastrointestinal es un componente importante del sistema inmunitario de defensa del organismo. ‘Al igual que las vías respiratorias, actúa como barrera inmunitaria, lo que significa que su función es proteger al organismo de invasores externos como virus, bacterias y alérgenos’, por lo que la salud intestinal es fundamental para regular la función inmunitaria: un intestino sano equivale a una respuesta inmunitaria sana, sobre todo frente a las alergias.

‘Los investigadores que estudian este vínculo han descubierto que las personas con un microbioma sano y diverso tienden a sufrir menos alergias’, confirma Jenny Logan, terapeuta nutricional de Beauty Pie. ‘También descubrieron que quienes tienen un microbioma poco sano son más propensos a sufrir inflamación y respuestas inmunitarias deficientes o hiperactivas, como la respuesta al polen que causa los síntomas de la fiebre del heno’.

Si realmente existe un vínculo entre la salud intestinal y los síntomas de rinitis alérgica, al mejorar la primera se debería poder minimizar la segunda. Aquí es donde entra en juego la dieta.

Los alimentos que ingerimos afectan a la diversidad y composición de las bacterias del intestino: ‘Las personas que consumen alimentos azucarados, procesados y grasas saturadas ‘malas’ tienen más probabilidades de sufrir inflamación intestinal, disminución de las ‘bacterias sanas’ del microbioma intestinal y supresión de las inmunoglobulinas secretoras, lo que puede dar lugar a un aumento de los trastornos inflamatorios y alérgicos’, explica el Dr. Sturnham. ‘Los altos niveles de bacterias oportunistas también pueden dar lugar a una producción excesiva de histamina’.

Come más fibra

Una dieta rica en fibra puede ayudar al microbioma y reducir el riesgo de inflamación. Considera comer mucha fruta y verdura, cuanta más variedad, mejor.

Come más alimentos fermentados

Los alimentos fermentados como el kimchi, el chucrut y los yogures naturales son una forma estupenda de incorporar bacterias buenas a su dieta.

Reduce el consumo de alcohol

El alcohol contiene una gran cantidad de histamina, un conocido desencadenante de la fiebre del heno o rinitis alérgica.

Añade probióticos a tu dieta

Incluya un buen probiótico de amplio espectro y alta potencia (alrededor de 50,000 millones al día). Cuando se trata de apoyar y fortalecer el microbioma, recuerda que la diversidad de bacterias es clave, por lo que debe buscar un producto que contenga de ocho a 12 cepas diferentes de bacterias.

Consume más alimentos antiinflamatorios

Los alimentos con compuestos antiinflamatorios como el ajo, el jengibre, la cúrcuma y la piña son excelentes para reducir la inflamación y mejorar la salud intestinal.

Reduce el estrés

Quizá sea más fácil decirlo que hacerlo, pero minimizar el estrés es una forma estupenda de mejorar la salud intestinal, ya que el estrés desvía la energía del tracto digestivo. Prueba a hacer yoga, meditación o ejercicios de respiración.